Guayaberas y sombreros Panamá. Vestidos ligeros moviéndose con el viento. Dominó, sillas viejas pintadas de azul. Ron y puros. Flores en el pelo. Una sobredosis de música en la calle.
Un amanecer sobre el Atlántico que baila. Silencio. Nada de stress ni zapatos. La cálida bienvenida de la furgoneta después de una sesión congelada. La piel salada y arena bajo los pies.
Lluvia ligera cayendo en las esculturas de hierro de la bahía. Vistas elegantes junto a un vaso de vino. El ligero susurro del viento. La furia del mar. Un rayo de sol inesperado.
Tops de colores, gafas de sol y pantalones cómodos. Eco de la música en directo. Cocktails frutales sentados en la hierba. Flores silvestres. El placer de dormir bajo las estrellas.
La alegría de la casa. Una tarde jugando en el sofá. Sonrisas, besos, un montón de mimos. Los primeros paisajes en nuestros paseos. La sensación de descubrimiento en todos los detalles.